Copas doradas: hazlas tú mismo


Si no tienes en la vitrina donde guardas la cristalería unas copas especiales para los momentos más festivos, ahora es el momento de hacerte con un juego. Y si las haces tú mismo, te gustarán aún más. Aquí tienes una idea para animar los brindis, decorando con dorados esas copas sosas.

Crear tu propia versión de una cristalería dorada es una gran idea, ahora que se acercan las fiestas navideñas. Además, es realmente sencillo de poner en práctica. Una forma estupenda de sorprender a tus invitados.

Sencillo y asequible


Para este trabajo solamente necesitarás: un juego de copas de champagne o vino lisas, pintura dorada en spray (busca una marca apta para uso alimenticio, que no sea tóxica), cinta de pintor y una bolsa de plástico transparente como las que se utilizan para congelar alimentos, de esas que tienen un cierre de plástico. Tan fácil como encontrar estos objetos, es hacer el trabajo.

Comienza por cortar un trozo de cinta de pintor de unos 15 centímetros de longitud, y céntrala sobre la base de la copa, pegando uno de los bordes sobre el cristal. Levanta el otro lado ligeramente y ve pegando la cinta teniendo cuidado de que no queden dobleces.

Trae uno de los lados de la cinta hasta, más o menos, el centro de la copa. Aunque el espray utilizado no sea tóxico, lo mejor es mantener el contorno del dorado lejos del borde de la copa para que no lo toquemos con los labios al beber. Seguidamente cruza el otro lado de la cinta de forma que las dos partes de la misma se crucen. Coloca la bolsa de plástico por debajo del borde de la cinta y pégala para enmascarar la zona que no quieres dorar.

Pinta sin esfuerzo


Ahora tendrás que aplicar la pintura en espray según las instrucciones del fabricante, y desde una distancia prudencial. Seguramente necesitarás aplicar varias capas, dejando secar entre una y otra. Conviene que pintes las copas en el exterior o en un lugar bien ventilado.
Cuando hayas terminado, asegúrate de que la pintura se ha secado completamente antes de retirar la cinta y la bolsa de plástico. Y, ¡ya está! Ya tienes tu cristalería dorada. Una recomendación final: no conviene que metas las copas en el lavavajillas. Mejor lávalas a mano.

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