Espejo romántico: hazlo tú mismo


Hace unos días os proponía una serie de regalos para el Día de la Madre, que está al caer. Entre ellos había varios espejos redondos, una tendencia decorativa en auge. A la hora de hacer un buen regalo sin dejarnos el presupuesto a cero, ya sabéis que siempre podéis echar mano del bricolaje y las manualidades: os divertiréis y vuestro obsequio será único, personal e intransferible.

En este caso os propongo decorar un espejo de estilo romántico, que hemos personalizado de la forma más fácil. ¿Con qué? Pues con pintura en aerosol y una blonda para repostería. ¡Casi a coste cero!

Aerosol efecto ahumado


Lo primero que hay que hacer es comprar un espejo redondo en una cristalería. Son baratos y los podéis encargar de cualquier medida; por ejemplo, adaptados al tamaño de la blonda escogida. Después fijaremos la blonda a la luna, bien centrada, con cinta de doble cara para papel o adhesivo para plantillas de estarcir en aerosol (estos productos los venden en tiendas de manualidades). Para pintar el espejo se puede usar un aerosol especial “efecto cristal ahumado”, pero si no lo encontráis también podéis emplear una pintura blanca sintética. Es importante que sean pinturas de calidad y resistentes, para evitar que con el tiempo se desgasten o estropeen.

Aplicar la pintura


Colocad el espejo sobre una superficie plana y forrada con papel antes de pintarlo. En la imagen veis que nosotros hemos usado varias blondas superpuestas; esto se hace para lograr un efecto ligeramente borroso. Aplicad el producto a una distancia de unos 30 cm del espejo, repartiendo bien el producto; no lo cubráis del todo para lograr ese acabado traslúcido tan interesante. Mi consejo es que antes de pintar el espejo ensayéis un poco, por ejemplo sobre una cartulina gris. Esperad a que se seque bien antes de envolver vuestro flamante regalo.

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