Lacar puertas y ventanas


Cambiar las puertas y las ventanas de las casas supone una obra importante, que termina por desembocar en un gasto que a muchas personas se les hace cuesta arriba. Si los cerramientos no ofrecen suficiente aislamiento o son antiguos es probable que no nos quede más remedio que cambiarlos, pero en el caso de que sólo queramos renovar su aspecto existe una opción más económica que sustituir las carpinterías por otras nuevas. Muy sencillo: podemos lacarlas con productos a nuestro alcance, que encontraremos en centros de bricolaje y almacenes de pintura.

Toma nota de lo que has de hacer para dar un nuevo aspecto a las puertas y las ventanas de tu casa, y conseguir que tengan un acabado impecable:

Puertas de madera barnizada: si quieres darles un nuevo aspecto más claro y limpio, pásales una lija de grano medio y aplica una selladora sintética con rodillo de esmaltar. Cuando esté seca, da tres manos de esmalte acrílico blanco, a ser posible satinado, o esmalte-laca blanco. Utiliza rodillos de esmaltar y brochas de buena calidad para las esquinas, si tienen molduras. Deja secar entre capa y capa, y lija la última mano con lija de agua humedecida en agua jabonosa. Limpia bien la superficie y deja secar; puedes sacarle un poco de brillo frotando con un paño y cera incolora.

Ventanas de aluminio: aunque te parezca mentira, es posible lacar el feo aluminio gris o dorado que tan de moda se puso en los años 70 y 80. Para empezar, cubre bien el cristal y la pared con papel de periódico y cinta de carrocero. Aplica una mano de selladora sintética con rodillo de esmaltar, y después pinta la superficie con un esmalte blanco (o del color que quieras) en aerosol. Si utilizas un producto de los que se usan para pintar y reparar carrocerías de coche, te saldrá algo más caro pero el acabado será muy resistente.

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