Los espejos pueden multiplicar la luz


El uso de espejos en decoración es una tendencia creciente desde hace siglos. Los interiores son más bonitos si tienen una buena iluminación natural, es por eso que los espejos permiten multiplicar la luz. Los espejos dotan de más luz a los espacios, reflejándola y rebotándola por toda la habitación. Independientemente del tamaño de la estancia, le dotan de un estilo luminoso y fresco, creando un lugar mucho más acogedor. Los espejos tiene la propiedad de ayudar a recalcar un detalle o un rincón determinado mediante su reflejo, haciendo que este se vea desde distintas perspectivas. Además, crean una sensación de agrandar el espacio y darle profundidad a la estancia.

Los espejos resultan perfectos para sitios con poca profundidad. En ese caso, si los colocamos frente a la puerta de manera que al abrirla refleje el resto, le dará mucha vida a vuestra estancia. También podemos ponerlos frente a una ventana, trasladará a la estancia el paisaje exterior, además de expandir la luz del día y de dar una sensación maravillosa de espacio abierto.

En general, si lo que deseamos es expandir visualmente el espacio disponible, optaremos por colocar el espejo en una pared, siempre frente a una pared decorada, para evitar dar una sensación de frialdad. Nunca pongas un espejo frente a otro. El tamaño, acabado y la forma también influirá en la iluminación del hogar. En ese sentido, los bordes también afectan a la decoración. Los biselados le dan un toque elegante y los pulidos uno más moderno y vanguardista.

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