Piedras para revestir el suelo


La piedra se suele utilizar para muros exteriores, fachadas o suelos. Se trata de un revestimiento muy resistente que aguanta perfectamente el paso del tiempo y la acción agresiva de los agentes externos. Para acertar con nuestra elección, es recomendable conocer de antes las características que distinguen cada tipo de piedra. Las más comunes son el mármol, poco resistente al contacto con la grasa y los productos abrasivos, las marmóreas, la arenisca, la pizarra y el granito, ambas soportan el contacto con líquidos.

El mármol es una piedra caliza bastante dura y densa, pero su defecto es la baja resistencia a ácidos, grasas y productos abrasivos que dañan su superficie. Su apariencia puede ser muy diversa en función de las sustancias e impurezas que lo componen. En el mercado puedes encontrar mármoles blancos, negros, verdes o rojos.

También tenemos el travertino y el comblachien como piedras marmóreas. De aspecto parecido al del mármol, pero con algunas propiedades distintas. La primera es una roca caliza compacta de tonalidades beis oscuro y el marrón rojizo, con efecto menos brillante. Se utiliza tanto para interiores como en revestimientos exteriores. Por su parte, el comblachien pose un color gris con aureolas rosadas, es más resistente que el mármol pero, con un acabado pulido, aunque no se recomienda por lo fácil que es resbalar sobre este suelo

Por otra parte, la arenisca es una roca sedimentaria de tono gris o rosa pálido compuesta de arena de silicio. Para usos de interior, se emplea en formato losa, mientras que para el exterior se utiliza en grandes bloques ideal para zonas de paso o vías peatonales. Se trata de un revestimiento resistente con mucha dureza y resulta menos resbaladizo que las piedras marmóreas, ya que su aspecto es mate aunque lo pulamos.

Finalmente, la pizarra es otro de los enlosados naturales más tradicionales en muchos suelos. Es una roca de grano fino y de color negro azulado. Se emplea de forma mayoritaria para revestir suelos y cubiertas. En el interior de las viviendas, es frecuente encontrarla en los suelos y paredes de baños y cocinas. Tiene la ventaja de que es muy resistente al desgaste y demuestra una alta impermeabilidad.

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