Todo vuelve o, al menos, eso suele decirse. En decoración las tendencias son de lo más diversas pero, es cierto, que lo moderno parece haber ganado muchos adeptos, como también lo ha hecho el estilo minimalista. Pero, en las últimas semanas, estoy viendo una vuelta a lo tradicional, a los hogares acogedores y vividos, y a los muebles con un diseño de lo más vintage. ¿Va contigo?
Diseño y tradición
Las piezas de inspiración tradicional tienen algo especial. Si son piezas restauradas, tienen el encanto de haber visto pasar por delante muchas vidas diferentes. Si son piezas nuevas pero con un diseño tradicional, poseen la virtud de recordar lo que se llevaba en el pasado y hacerle una pequeña oda.
No a todo el mundo le gusta o le encaja el estilo tradicional, ni en su hogar ni con su carácter. Como en todo, hay piezas originales y únicas y piezas que nadie pondría en su salón, pero creo que darle una oportunidad al mix de estilos funciona.
Tradición en estado puro
Aunque ya sabéis que en la decoración los total looks me abruman un poco, creo que con un estilo tradicional sobrio se puede conseguir crear un ambiente de lo más cálido y hogareño. No sólo las formas más redondeadas y señoriales dan un toque de habitación vestida, también los tonos, en ocres y caobas, así como las texturas, en lana pura o piel, ayudan a crear un entorno que nos recuerde a la casa de nuestros abuelos.
Pero todo con un punto de modernidad. Los objetos decorativos marcan aquí la diferencia. Combinar un estilo tradicional en todo el mobiliario, con piezas de decoración minimalistas, arte contemporáneo o las últimas propuestas electrónicas demostrarán que sabéis lo que estáis haciendo. El equilibrio entre pasado y presente estará en vuestras casas y, vuestras casas serán hogares como los de antes.