Decorar huecos difíciles en las paredes


Los huecos difíciles, también conocidos como “espacios negativos”, están presentes en todas las casas aunque no seamos conscientes de ellos. Son esos rincones de la pared que no son lo suficientemente grandes como para colocar un cuadro, una estantería o un espejo, y que muchas veces nos resultan molestos a la vista e irritantes, generando una desagradable sensación de vacío o abandono.

Existen formas de decorar estos huecos de manera súper sencilla, sin que por ello el espacio resulte excesivamente abigarrado o lleno. Por ejemplo, a continuación os propongo tres ideas fáciles muy eficaces:

– Colocar láminas, fotografías o marcos verticales y estrechos. Puedes poner uno solo o varios, en una hilera vertical. Esta solución es muy original y atractiva. Eso sí: vigila que los marcos sean muy finos para dar protagonismo máximo a las imágenes, y para evitar la sensación recargada. Otra buena idea, que aparece en la foto de la derecha: pintar la pared de un color intenso, en contraste con el resto de las paredes blancas. El azul petróleo de la foto es perfecto para ambientes elegantes. Fíjate en el detalle decorativo: unos marcos hechos con tuberías de cobre, que se venden en los centros de bricolaje y puedes doblar con una herramienta especial. A mí me encantan…


– Revestir la pared con un friso. Siempre es una buena idea, y además de aislar acústica y térmicamente, te evitará tener que colocar cuadros o imágenes decorativas. En esta foto, el friso sigue la línea del suelo para crear un efecto muy curioso. Puedes escoger entre las muchas colecciones que ofrecen los centros comerciales, con frisos de madera, de PVC, de colores combinados…La oferta es muy amplia. Los frisos son perfectos para renovar una estancia rápidamente y sin obras, y lo mejor de todo: sin ensuciarse con pinturas o cola de empapelar.

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