Las llaves maestras


Las llaves maestras constituyen una buena solución para evitar llevar muchas llaves encima. Apostar por el amaestramiento de las puertas puede ser una gran idea para poder abrir varias puertas con una sola llave. Evidentemente, cada puerta seguirá teniendo su propia cerradura a pesar del amaestramiento.

Cuando perdemos las llaves, muchas veces nos lamentamos de no tener una llave maestra que nos solucione el problema. Eso sí, el amaestramiento suele ser peligroso ya que la seguridad disminuye, pues normalmente esas puertas son más fáciles de abrir para los ladrones que las convencionales.

Las llaves maestras se suelen utilizar en hogares que cuentan con varias puertas de acceso o para acceder al garaje. Las comunidades de vecinos y las oficinas suelen apostar por este tipo de llaves para facilitar las cosas. Con una buena planificación, se puede expandir el número de puertas amaestradas con el paso del tiempo.

Para aumentar la seguridad, el duplicado de llaves maestras no es tan sencillo como el de las llaves convencionales. Por ello, los amaestramientos son registrados y hay que presentar una tarjeta de seguridad cuando se quiera llevar a cabo una copia o aplicar el amaestramiento a otras cerraduras. De esta forma, se controla fácilmente que otras personas ajenas a la vivienda o la oficina puedan utilizar las llaves.

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