Las polillas y los algavaros son insectos que desgraciadamente se ceban con la madera. Una plaga de polillas es muy difícil de eliminar por completo, aunque siempre se puede hacer algo. La renovación de los suelos o los muebles afectados pueden ser la única solución contra un problema de este tipo. Sin embargo, podemos atajar o ralentizar el problema teniendo en cuenta una serie de cosas. Ya sean polillas o algavaros, el tratamiento será el mismo.
En el mercado existen muchos insecticidas específicos para estos insectos tan indeseables. Lo primero que hay que hacer es limpiar las zonas carcomidas e inyectar producto en los agujeros o galerías donde puedan haber larvas. Finalmente, se aplicará de nuevo sobre la superficie con un pincel para reforzar esa acción protectora.
Hay que tener en cuenta que algunos insecticidas pueden ser tóxicos. Cuando se vayan a aplicar tenemos que utilizar guantes y máscaras para no respirar las emisiones que desprenden. La estancia hay que ventilarla y se tiene que evitar el contacto de este tipo de productos con la piel o los ojos.