Trucos para difuminar el color de las paredes


Si queréis difuminar el color de vuestras paredes, no os preocupéis, es más fácil de lo que pensáis. Cualquier utensilio utilizado para pintar podrá serviros para crear diferentes efectos. Diferentes técnicas harán que podáis conseguir imitar otros materiales como el mármol o la piedra. Sin duda, una manera poco costosa y sencilla de darle un toque diferente a vuestro hogar.

El trapeado o esponjado es una de las técnicas más utilizadas para este fin. Pese a que muchas veces se utiliza para destacar un color sobre un fondo pálido, también puede serviros para difuminar o retirar el color de las paredes. Un trapo bien enrollado y escurrido bastará para eliminar aquella pintura que no queráis que permanezca.

Después de aplicar la primera mano de color, tendréis que mezclar en un recipiente una parte de pintura y tres de esmalte. El esmalte podrá ser al aceite o acrílico. El primero no amarillea, cosa que el segundo sí hace con el paso del tiempo. Eso sí, gracias al aceite de linaza, se consigue una mayor calidad.

Cojeréis una brocha y pintaréis en una sola dirección con esa mezcla. Con lo que os sobre, mojaréis el trapo, lo escurriréis y empezaréis a pasarlo por la pared de abajo hacia arriba. Luego, haréis lo mismo pero de arriba hacia abajo en la zona que ha quedado sin pintar. Así conseguiréis que el punto donde se encuentran las dos zonas no sea tan evidente.

Además de hacerlo con el trapo, también podéis hacerlo con un rodillo o con una brocha de pelo corto, ahorrando tiempo y obteniendo un resultado más irregular y arrugado.

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