Las cocinas blancas son atemporales, por ello, son la elección ideal en muchas reformas. El mobiliario en este color incrementa la amplitud y la luz, incluso, en cocinas mini. ¿Cómo realzar la belleza y la funcionalidad de una estancia de estas características? Te damos algunas ideas.
1. Tiradores metálicos en negro: el acento definitivo
Las puertas sin tiradores realzan el minimalismo en el look del frente de la cocina. Los muebles que carecen de este sistema de apertura tan tradicional están de moda. Pero los tiradores no solo son prácticos y funcionales, sino que también son muy estéticos. Algunos diseños estilizan todavía más la silueta del mueble en el que se enmarcan. Ponen el acento cromático en ese conjunto.
2. Cocina blanca con isla
Esta distribución triunfa especialmente en cocinas grandes que giran en torno a este núcleo. La isla puede tener el mismo color que el resto del mobiliario o, por el contrario, mostrar un llamativo contraste cromático. Además, los taburetes de la isla pueden ser idénticos o combinar varios asientos distintos para realzar la personalidad del conjunto.
3. Simetría en los muebles superiores
La simetría es un concepto que adquiere formas distintas en la decoración de la cocina. En el caso concreto de la imagen que compartimos a modo de inspiración, podemos observar una misma creatividad a ambos lados de la ventana.
De este modo, se forma una línea idéntica, como si fuese un espejo. Pero la simetría también puede estructurarse de forma vertical. Imagina, por ejemplo, un detalle que se repite en los muebles altos y en los armarios bajos.
4. Isla contrastante para separar espacios
Como hemos comentado previamente, la isla de la cocina puede ser el punto focal en una cocina que tiene esta distribución. El color blanco añade uniformidad a aquel lugar que cuenta con esta característica principal. Pero la combinación de los opuestos también crea bonitos matices.
Una isla contrastante, como comentamos anteriormente, también es sinónimo de estilo. Su color diferente también puede ayudarte a separar ambientes en una decoración abierta. Puedes observar esta propuesta en la imagen que compartimos a modo de inspiración.
5. Suelo de madera: elegancia y calidez
Al elegir el suelo de la madera, es importante seleccionar un material resistente, duradero y que se caracterice por su sencillo proceso de limpieza. Dicho suelo puede mancharse fácilmente durante el tiempo de cocinado.
El suelo de madera es frecuente en otras estancias de la casa como el salón. Incrementa la sensación de confort y calidez. Pero este acabado también triunfa en el diseño de cocinas ya que, actualmente, existen alternativas que imitan esta estética con acierto.
6. Una gran mesa para compartir tiempo en familia
Algunas cocinas tienen una distribución en forma de isla que hacen de este centro el punto focal de esta habitación. Otros espacios con un diseño tradicional, por el contrario, giran alrededor de una gran mesa que es sinónimo de tiempo en familia.
La estética de esta cocina inspira la imagen relajante de un hogar situado en el campo. Una casa de vacaciones que se convierte en el refugio particular de quienes disfrutan allí de veranos inolvidables.
7. Cocinas blancas con vitrinas: perfectas para exponer los detalles
Hay distintas propuestas de decoración que realzan la estética de detalles que quedan a la vista. Los estantes abiertos, por ejemplo, están de moda en cocinas grandes y pequeñas. Pueden sustituir a los muebles superiores. Los armarios vitrina, por otra parte, producen este mismo efecto visual. Pero, además, los artículos que guardas en el interior quedan perfectamente protegidos frente al polvo.
Las cocinas blancas son atemporales, pero esta inspiración clásica se reinterpreta con nuevos matices que dan un aire actual a esta estancia.