10 claves para lograr una casa zen


¿Quieres hacer de tu casa un remanso de paz? ¿Necesitas alejar el estrés y el caos de tu espacio? Aquí tienes la solución: te ofrecemos 10 claves para conseguir un hogar zen, sereno, equilibrado y libre de tensiones decorativas.

Un espacio zen es ordenado, armónico, minimalista. En él dominan las líneas puras, los diseños simples y esenciales. Presta atención a las siguientes pautas y conseguirás crear en tu casa una atmósfera zen.

Colores y textiles naturales


1. Apuesta por los colores serenos. Triunfan los tonos tierra, los beige, el blanco y el gris, que evocan tranquilidad. Huye de los colores chillones y busca la armonía cromática entre las distintas superficies del espacio.

2. Un suelo suave bajo tus pies. Suelos de madera o parquet de tonos claros vestidos con alfombras de lana de colores similares al del suelo. ¿La clave? La naturalidad y el confort.

3. Elige textiles naturales, siempre: lana, lino, algodón, etc.

La sencillez y el orden, fundamentales


4. Apuesta por muebles sencillos. El estilo zen se caracteriza por las líneas simples y puras, y por la ausencia de ornamentación.

5. Adornos, los mínimos. Limita los cuadros y fotografías al mínimo, así como las piezas decorativas.

6. Iluminación suave. Es indispensable para crear una atmósfera relajante. Sustituye la fría luz de los fluorescentes por otras lámparas más cálidas que desprendan una luz más tenue, y juega con las luces indirectas.

7. Habitaciones con suaves aromas. Impregna tu espacio con fragancias frescas de velas perfumadas con soja o cera de abejas, o aceites esenciales.

8. Elimina u oculta toda posible perturbación electrónica, como la de algunos dispositivos electrónicos. La tele es uno de ellos; si puedes, escóndela.

9. Pon plantas en casa. Sus tonos verdes tienen un efecto calmante. Evita las que son difíciles de cuidar y las que desprenden aromas muy fuertes. La decoración zen apuesta en muchas ocasiones por los bonsais.

10. Acaba con el desorden. Elimina todos los elementos superfluos de tu casa, y deja solamente lo esencial, eso sí, sin renunciar a la comodidad.

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