¿Cómo potenciar el ahorro de energía en el hogar por medio de acciones sencillas y significativas? La suma de varias medidas mejora los resultados del plan de acción.
1. Cuidado con el modo stand by
Los distintos dispositivos del hogar cumplen una función práctica. Pues bien, existe un sencillo gesto que incrementa el ahorro de energía: desenchufar los aparatos durante el tiempo en el que no se están utilizando. Por tanto, ten cuidado con el modo stand by que queda perfectamente identificado con el piloto de color rojo que es frecuente en la televisión, por ejemplo. Además, puedes marcarte objetivos concretos para reducir el uso de algunos dispositivos y confiar en una empresa de energía renovable.
2. Aprovechamiento de la luz natural y artificial
Alimenta la luminosidad a través de la decoración consciente. El aprovechamiento diario de la luz natural se enmarca en un periodo más prolongado durante la primavera-verano. En cualquier estación puedes ajustar la realización de algunas tareas, que requieren una mayor atención visual, para desarrollarlas antes de que anochezca.
¿Cómo aprovechar la iluminación artificial en casa? Un sencillo gesto marca la diferencia en la factura. Apaga la luz de una estancia cuando te desplaces a otro lugar de la casa para estar ahí durante un rato. Además, existen diferentes soluciones de iluminación que incrementan el ahorro energético. Las lamparas LED y las bombillas de bajo consumo son dos alternativas a tener en cuenta.
3. Recomendaciones para potenciar el ahorro en el uso de los electrodomésticos
Realiza un repaso de algunos de los gestos que realizas habitualmente (y que pueden influir de un modo negativo en el ahorro de energía). Abrir la puerta del horno es una acción posible que, sin embargo, interfiere en el ritmo del propio proceso de elaboración de una receta. Por otra parte, la temperatura interior cambia. Del mismo modo, abre el frigorífico o el congelador, únicamente, cuando sea necesario. Esta idea puede completarse con otros gestos positivos en la cocina. Por ejemplo, aprovecha el espacio disponible en el lavavajillas, pero sin recargarlo.
¿Próximamente vas a realizar la compra de un nuevo electrodoméstico para renovar la cocina? Selecciona un diseño que indique que dicho modelo es eficiente.
4. Mantenimiento técnico de la calefacción
El ahorro de energía requiere del aprendizaje de hábitos que se alinean con la óptima gestión de los recursos. Pero el cumplimiento del objetivo no se limita a las acciones realizadas en la vida cotidiana. La labor profesional es clave en dicho contexto. Por ejemplo, es fundamental gestionar las revisiones del sistema de calefacción dentro de los plazos marcados.
El seguimiento técnico es clave para identificar cualquier mejora y llevar a cabo la reparación. Un funcionamiento inadecuado, además de suponer un riesgo potencial, influye negativamente en el consumo energético.
5. Distribución del mobiliario
Existen numerosos factores que puedes analizar en la planificación de cada estancia. ¿Qué criterios puedes seguir para decidir la distribución del mobiliario? El aprovechamiento de la luz natural es muy importante en la zona de estudio, el salón, el comedor o la cocina. Además, es fundamental que los muebles estén colocados de tal modo que no obstaculicen las fuentes de calor. Es decir, es mejor que no estén excesivamente cerca de los radiadores. En ese caso, actúan como un límite.
6. Reformas para incrementar el aislamiento térmico
Algunas reformas suponen una excelente inversión a largo plazo. Influyen en el mantenimiento del edificio y en el ahorro energético. Los cambios que potencian el aislamiento térmico son un claro ejemplo de ello. En definitiva, es posible reforzar algunas de las partes más importantes de la vivienda: las ventanas, la fachada o el tejado.
¡Crea un plan de acción para ahorrar energía en casa durante el próximo año!