¿Cómo se alimenta a un koi?

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Las peceras también forman parte de la decoración de cualquier hogar. Por ello, en más de una ocasión te hemos hablado de las distintas peceras que puedes comprar para tenerlas en cualquier estancia de tu casa, siendo las más demandadas las que se colocan en el salón y son de gran tamaño.

Uno de los peces que más solemos ver en las peceras es el koi, un omnívoro al que hay que ofrecerle una dieta equilibrada. De hecho, en este artículo te vamos a hablar de alimentación de koi de primera calidad, por lo que te recomendamos tomar nota de todo lo que viene a continuación si tienes algún koi o piensa tenerlo próximamente.

El koi, un pez sin estómago

Para empezar, hay que decir que el koi es un pez que carece de estómago. Todo lo que come y lo que se traduce en nutrientes lo metaboliza a través de sus intestinos, algo que marca mucho las pautas a seguir a nivel de alimentación. De hecho, ésta cambia en función de la época del año en la que nos encontremos, ya que en los meses más cálidos hay que optar por tomas relativamente pequeñas con alta periodicidad, mientras que en los meses más fríos es mejor reducir tanto la cantidad como la frecuencia, ya que su metabolismo se ralentiza en temperaturas bajas.

En temperaturas por debajo de los 7ºC su actividad metabólica disminuye hasta prácticamente pararse. Alimentarle más de la cuenta puede provocar a un koi problemas gástricos e incluso la muerte. Por esta razón, en otoño e invierno podemos decantarnos por una dieta rica en hidratos de carbono, mientras que en primavera y en verano lo más apropiado es que sea rica en grasas y proteínas.

Tamaño del granulado

Como es de suponer, el tamaño del granulado que se le ofrece a un koi tiene que variar en función de su tamaño. Por lo general, no debe superar el tamaño de su ojo. Además, es recomendable que sea de un tamaño más bien pequeño para favorecer la digestión y para que del mismo granulado puedan comer kois pequeños y grandes.

Se atreven a comer de tu mano

Por suerte no tienen dientes, así que no debes preocuparte. Y si los tuvieran tampoco se esforzarían por hacerte daño. Los koi pueden reconocer a su dueño y no les importa comer de tu mano, aunque para ello debes ser paciente y repetir el ritual de aproximación todas las veces que haga falta y sin modificarlo ni una sola vez. Al principio puedes dejar caer la comida en cuanto se aproximan, siempre con movimientos muy pausados. Más adelante, cuando el koi ya tiene confianza y sabe lo que le espera, será él quien se ocupe de chuparte los dedos para hacerse con la comida.

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