Pintar la madera


La madera suele presentarse en varias tonalidades pero se puede pintar para mejorar o cambiar su aspecto. Podemos aplicarle el mismo tono que el original o aprovechar para renovar el exterior con otros colores. Sin embargo, antes de empezar a pintar debemos eliminar la pintura o el barniz antiguos con una rasqueta y trabajando siempre en el sentido de la veta para no dañar la superficie.

Si en la superficie encontramos clavos o puntas es fundamental retirarlos con unas tenazas de forma cuidadosa para no agrietar la zona que rodea al clavo, si con esta operación aparecen astillas, las podemos retirar con una esponja para maderas o lija. También debemos rellenar las cavidades o agujeros que tenga la madera con masilla. Luego ya podemos aplicar el sellado y tintado.

Deck: Porches de madera


Cuando llega el buen tiempo apetece salir al jardín, por lo que los deck o porches de madera cobran protagonismo. Antes de nada, es importante a la hora de diseñar un porche tener en cuenta la orientación: elegirlo al norte da como resultado un espacio frío y según la climatología hasta incluso húmedo, mientras que si lo orientas al sur, el tejadillo impedirá que los rayos solares caigan cuando mas vertical incide la luz. Para evitar ese ambiente seco, puedes colocar plantas y ganaras humedad.


Los decks (suelos de madera) deben construirse con maderas duras, que se tienen mejor resistencia a la absorción, perdida de agua y los efectos perjudiciales de los rayos UV. Los porches son un lugar ideal para tomar una taza de café en la sobremesa, desayunar durante el verano o hacer reuniones en el exterior, proporciona un ambiente desenfadado y casual al aire libre.


La opción más simple y menos recomendable es montar la estructura directamente sobre el terreno, para ello debemos nivelar la tierra y comprar la base de madera según las dimensiones que necesitemos. Otra opción más recomendable es hacer una base de cemento y pintarla, construir pilotines o columnas de madera tratada y elevarlo unos cm sobre el nivel del terreno, también podemos utilizar bloques de hormigón prefabricados. Si el deck está al aire libre conviene aplicar un mantenimiento cada cuatro meses y limpiarlo periódicamente con un paño húmedo.

Ventanas de madera

Las ventanas de madera vuelven a imponerse frente a las de aluminio. La conciencia ecológica de los habitantes de pueblos y montañas las ha destacado, a pesar de que las ventanas de PVC o aluminio son más baratas y su mantenimiento es más simple.

Las exigencias de confort, aislamiento y ahorro de energía han favorecido la industrialización de la carpintería, mejorando la competitividad de sus productos de madera, y las ventanas son un ejemplo de ello. La historia cuenta que hasta la crisis energética de los años 70, la fabricación de ventanas de madera era prácticamente artesanal, sin embargo ahora se pueden realizar diseños a medida y con muy buenos acabados.

Las ventanas de madera que actualmente podemos encontrar en el mercado están preparadas para resistir a fuertes vientos, tempestades, nieve, reacción al fuego, estanquidad al agua, impacto, mecanismos de seguridad, aislamiento térmico, sistemas de apertura y cierres.

Lo que recomiendan los expertos es emplear modelos mixtos que alternan madera en interior con aluminio en exterior, lo que facilita el mantenimiento y asegura una durabilidad mayor.

Manchas en muebles de madera


La grasa y la tinta son los principales enemigos de la madera, es muy normal que los muebles envejecidos presenten manchas o restos de suciedad en determinadas zonas. Pero tenemos la solución, existen los productos decolorantes que aclaran las zonas afectadas y evitan que la suciedad penetre en el mueble, evitando su deterioro.

El producto más recomendable es el ácido oxálico que elimina todo tipo de manchas y permite recuperar el color natural de la zona afectada. La aplicación es muy simple y solo hay que cubrir la mancha con el preparado durante 15 minutos.

Mantenimiento para una casa de madera


Las casas de madera son muy atractivas y confortables, eso no se puede negar. Sin embargo, conllevan consigo una serie de tratamientos previos y posteriores para evitar que la esctructura se deteriore. Afortunadamente, hoy en día la madera, antes de comercializarse, es sometida a una serie de tratamientos que hacen que esta pueda permanecer prácticamente intacta con el paso de los años. Según la Asociación de Fabricantes y Constructores de Casas de Madera de España (AFCCM), con un sólo tratamiento en la vida es suficiente:

La tecnología actual permite secar y tratar la madera en origen para que, una vez instalada, conserve las prestaciones necesarias para que no se produzcan movimientos de la madera ni ataques de hongos o xilófagos.

Lo que sí hay que hacer es llevar a cabo un proceso de redecoración exterior, que consiste en aplicar un lasur cada 4 o 5 años. Los lasures están disponibles en varios colores y nos ayudan a mantener prefecta la madera. Veremos que ésta nunca pierde su color original a pesar del paso del tiempo.

En cuanto al tratamiento de la zona interior, también hay que aplicar lasures a poro abierto, asi como también barnices al agua, poliuretanos o esmaltes. Para que os hagáis una idea, por cada 10 metros cuadrados de madera necesitaréis un litro de lasur. Gracias a este tratamiento, la madera no sufrirá tanto con la humedad que se suele instalar en el material. Así, de paso, evitaremos la proliferación de hongos, moho y bacterias.

Baños con madera


Muchos piensan que los complementos o mobiliario de madera en los baños se estropean o son incompatibles. Pues no es cierto. Los baños se han transformado en espacios de relax y la madera es un material ideal para crear una sensación de descanso y naturaleza. Las tareas de mantenimiento son poco necesarias pero recomendables. Lo ideal es aplicarle una protección poliuretánica.

Lo que tenemos que tener en cuenta es que la madera que utilicemos sea maciza. Como por ejemplo, el viraró, el lapacho, el cedro o el algarrobo. El iroco y la teca son maderas tropicales que soportan bien el vapor y la humedad que se puede crear en el baño puesto que están recubiertas de un aceite natural que las hace resistentes al sol y a la lluvia, lo que hace que sean muy utilizadas para muebles de exterior.

Protección de maderas


Las maderas tienen diferentes colores según la especie, desde unas tonalidades claras a otras más oscuras y exóticas. Sin embargo, el efecto de la luz del sol sobre la madera provoca un cambio en el color que puede dañar el material.

Las maderas de interior no necesitan tantos cuidados como las maderas de exterior, pero aun y así necesitan protectores y lasures que mantengan el tono original. Aplicando el tratamiento adecuado para cada caso podemos evitar la degradación por el efecto de la luz solar, humedades, hongos, insectos o carcoma.

Los productos de los que estamos hablando se consiguen en cualquier tienda especializada en maderas y en lugar de crear una capa sobre la madera, penetran en ella y la protegen desde el interior, consiguiendo un resultado similar al de los tintes.

Maderas de exterior


La madera es un material resistente que se puede utilizar tanto en interiores como en exteriores, siempre que la instalación sea adecuada y se realice un buen mantenimiento. Terrazas, jardines y piscinas suelen utilizar elementos de madera con impacto exterior que ofrece una sensación de calidez al espacio abierto.

En el mercado podemos encontrar dos tipos de maderas para exteriores. Las maderas de pino y abetos de importación que se suelen caracterizar por ser más económicas. La densidad de la madera varía entre 500 y 650 kg/m3, lo que supone una escasa durabilidad natural para colocar en exterior y la necesidad de someterlas a un tratamiento de protección. En cambio, las maderas de roble y la robinia son frondosas, templadas y tropicales. Tienen una densidad que oscila entre 800 y 1.000 kg/m3 y ofrecen mucha resistencia al exterior y con una durabilidad natural muy buena ya que no necesitan una protección adicional.