Pintura difuminada para paredes


La pintura decorativa es una opción que le gusta a mucha gente. A pesar de que las tendencias en decoración la dejaron un poco de lado hace unos años, después del gran protagonismo que alcanzó en los años 90, todavía se puede usar de forma inteligente para obtener resultados tan atractivos como el de esta pared.

Las veladuras difuminadas sobre fondos del mismo color, más claro o más oscuro, son una de las soluciones más populares en pintura decorativa. Hay una forma sencilla de conseguir efectos tan bonitos como éste sin arruinarnos en el intento, y con resultados de profesional.

En primer lugar, pinta la pared con dos manos de pintura plástica del color que quieras, en su tono más claro. En este caso hemos escogido un rosa palo muy atractivo. Deja secar la segunda mano hasta el día siguiente y añade a la pintura de base un tinte para pinturas del mismo color, pero más oscuro. Para esta pared se le ha añadido un tono violeta, y hemos conseguido un precioso color malva.

Mezcla la nueva pintura más oscura con un chorrito de fijador de látex para paredes, y remueve bien la mezcla. Te aconsejo que hagas pruebas en una tabla hasta que domines la técnica. Puedes aplicar la veladura con esponja, con trapo o con brocha, pero lo mejor suele ser combinar todas las técnicas para ir consiguiendo el efecto buscado. Un consejo: trabaja por zonas de un metro cuadrado aproximadamente, y ve fundiendo los bordes con las siguientes.

Para lograr el efecto de brillo sutil de la foto puedes emplear una pintura especial de efectos decorativos en tono madreperla o una cera para dorar en tono plateado. Lo mejor es destinar este tipo de acabados a zonas concretas de cada habitación: una pared, el zócalo, unos paneles rectangulares… Son demasiado abigarradas para decorar con ellas todas las paredes.

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