Cómo ahorrar energía y agua en casa


Con la crisis que estamos atravesando y que parece que seguirá entre nosotros durante mucho tiempo, hay que buscar la manera de poder ahorrar un poquito, o un muchito, en las cosas en las que se pueda hacer. En nuestro hogar podemos conseguir un ahorro muy importante de dinero gracias a reducir la factura del agua y la de la luz, lo cual haremos simplemente cambiando un par de gestos cotidianos a los que ahora no damos importancia.

Por ejemplo, algo tan sencillo como cerrar el grifo mientras te pones el gel o el champú en la ducha, utilizar bombillas de bajo consumo o cerrar bien las ventanas puede ser determinante para que el ahorro sea mucho mayor. Hoy os contaré cómo ahorrar energía y agua en casa, lo que no solo ayudará a gastar menos dinero sino que el medio ambiente se verá beneficiado.

Ahorrar agua en casa

Hay muchísimas cosas que se pueden hacer para consumir menor cantidad de agua, cosas a las que no prestamos atención pero que nos ayudarían muchísimo. Nunca dejes los grifos abiertos mientras de enjabonas o mientras te lavas los dientes, es un derroche totalmente innecesario. Lo ideal sería poder poner en el baño una cisterna con doble departamento para poder consumir menos agua, al igual que grifería táctil que se activa únicamente cuando las manos están debajo del grifo. La ducha es mucho mejor que el baño ya que se utiliza menos agua, y también puedes poner un cabezal de ducha de bajo consumo y que consume la mitad que uno normal.

Ahorrar energía en casa

El aprovechamiento de la luz natural es fundamental para poder reducir el consumo de electricidad. Coloca cortinas y estores en colores claros para que permitan el paso de la luz el máximo tiempo posible, además de llevar a cabo otros truquitos muy sencillos como utilizar interruptores independientes, reguladores de intensidad de la luz, bombillas halógenas o detectores de presencia.

En cuanto al consumo energético de otros elementos, nunca enciendas la calefacción o aire acondicionado si tienes las ventanas abiertas y apaga ambos aparatos por las noches, dejando bien selladas puertas y ventanas para que la temperatura pueda mantenerse. Los electrodomésticos también pueden ayudarte a reducir el consumo, como por ejemplo el lavavajillas, el cual deberás utilizar únicamente si está lleno o si no lo está ponerle siempre un programa corto, al igual que a la lavadora.

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