Cambiarse de vivienda es una decisión que muchas parejas toman en estos días, sobre todo, porque actualmente es más complicado acceder a un piso en propiedad, por lo que hay quien no ve más remedio que mudarse cada vez que crece la familia o encuentra una oferta mejor. A pesar de todo, un cambio de vivienda es algo que siempre se afronta con ilusión, aunque eso suponga pasar horas y días realizando la temida mudanza. ¿Qué hacer para organizar bien todo el proceso y que no nos dejemos nada en el tintero? Te lo contamos en las siguientes líneas.
Antes de comenzar a llevar muebles y objetos de un lado a otro, tendrás que vaciar a fondo los armarios y demás mobiliario de tu hogar. Inspecciona hasta el último rincón, ya que nunca se sabe dónde se puede haber caído un objeto que aprecies verdaderamente.
Seleccionar objetos y deshacerse de los que no valen
Cuando hayas vaciado todos los armarios, toca hacer selección de los objetos que has encontrado. Es en las mudanzas donde reaparecen artilugios que se daban por perdidos o que no se recordaba haber adquirido. Seguro que habrá objetos que quieras desechar porque ya no los uses o porque están rotos y no hay manera de utilizarlos.
Recuerda que los objetos que aún están en su vida útil, pero que no los quieras, puedes tratar de venderlos en tiendas de segunda mano y sacarte un dinerillo extra. Las mudanzas no tienen por qué ser siempre negativas.
Evaluar la nueva vivienda
Evalúa las características de tu nueva vivienda y los espacios de que dispones. Quizá haya electrodomésticos que no te sirvan. Imagina que tienes un microondas muy grande y que tu nueva cocina será más pequeña de la que tienes ahora. ¿Dónde lo colocarías? Esto también debes tenerlo muy en cuenta de cara a trasladar los electrodomésticos de un sitio a otro.
Una vez hayas comparado ambos espacios, realiza un inventario de todo lo que finalmente te vayas a llevar. No hay nada mejor como las listas para no olvidarse de nada. Ten en cuenta también que los muebles y armarios es mejor cerrarlos con llave y no sellarlos con cinta adhesiva cuando se vaya a realizar la mudanza.
Pedir presupuesto a una empresa de mudanzas
Cuando queden unas semanas para que la mudanza se haga efectiva, contacta con varias empresas especializadas en la materia y pídeles presupuesto para saber cuánto te costaría que alguien ajeno a tu hogar te echara una mano con el mobiliario que piensas trasladar.
Ellos te prepararán un presupuesto teniendo en cuenta la cantidad de enseres que debes traladas, si necesitarás un grúa para bajarlos del piso, si el camión de la mudanza será más o menos grande, los kilómetros que deberán recorrer y el número de operarios que deberán trabajar en el traslado.
Contratar un seguro
Una vez hayas decidido con qué empresa efectuarás el traslado, contrata un seguro que te cubra cualquier imprevisto que pueda surgir en la mudanza. Es importante que tengas un seguro que te cubra el supuesto caso de que te estropeen un mueble de valor o se te rompa una vajilla. Estos seguros se llaman de contingencias y por lo generar suelen ser mucho más económicos que luego tener que comprar un mueble nuevo o reparar un posible desperfecto.
Y cuando lo hayas contratado, asegúrate de haber guardado los recibos y facturas de todos los servicios que has contratado, tales como el alquiler del camión de la mudanza, el seguro de contingencias o la mano de obra que te ayudará durante todo el proceso.
Por último, averigua si en la ciudad en la que resides necesitas adquirir un permiso especial para hacer la vivienda. Si es así, dirígete al Ayuntamiento de la localidad a pedir más información.