Si nos paramos a pensar, nos daremos cuenta de que las flores son un elemento decorativo que lleva de moda… ¡Más de mil años! Todas las civilizaciones han utilizado la belleza de las flores para adornar y dar color a las casas. Bien sea frescas y naturales, bien secas o en representaciones artísticas (cuadros, fotografías…), las flores son un precioso adorno que la naturaleza despliega. Y mucho más, en primavera.
Vamos a aprovechar que estamos en la estación de las flores para hacer unos increíbles centros, muy fáciles y baratos. Con recipientes reciclados y flores llenas de color, ¡son súper bonitos!
Botellas , tarros, vasos…
La idea es emplear todos los recipientes de cristal o cerámica que tengáis a mano para exhibir las flores de una forma original, elegante y económica. Todo vale: desde los botellines de cerveza vacíos que esperan el momento de aterrizar en el contenedor, hasta esos tarros de cristal de mermelada que siempre da pena tirar. O los vasos “descabalados” de distintas cristaleras.
Peceras recicladas
Incluso la pecera redonda de toda la vida, que lleva años sin “inquilino”, puede vivir un nuevo esplendor gracias a estas ideas florales. Sobre estas líneas os muestro una idea para sacarle partido: agua limpia y dos ramas floridas que caen graciosamente. Estiloso y minimalista a más no poder.
Botellines de cerveza
Otra opción llena de encanto y reciclaje: colocar narcisos en botellines de cerveza, formando grupos. El contraste entre el amarillo de las flores y el cristal marrón es armonioso y muy decorativo. Los tarros de vidrio también quedan muy bien formando grupos, con ramilletes de flores. Los tonos púrpura y rosa llegan esta primavera a la decoración para crear sutiles composiciones; los centros florales también se apuntan a esta tendencia
Cerámica blanca
Y otro bonito centro más, que podéis hacer con un jarrón o jarra de cerámica blanca y un ramo de flores de color granate: es una combinación que siempre funciona.