Pon un suzani en tu casa


Si te apasiona lo exótico y quieres poner en tu casa una nota de color capaz de alegrar cualquier ambiente soso y anodino, hazte con un suzani. Se trata de textiles bordados artesanalmente en seda sobre telas de algodón o lana, procedentes de Uzbekistán, Kazakistán, Tayikistán y otros países de Asia Central.

Su nombre procede de una palabra persa, “sozan”, que quiere decir “aguja”. Los suzani comenzaron a bordarse entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, y solían emplearse como moneda de cambio o como parte de la dote de las mujeres que iban a contraer matrimonio. Todos hacen gala de unos diseños preciosos, con colores y formas simbólicas que deseaban suerte y prosperidad a la nueva pareja. Por ejemplo, ciertas flores, el perejil y las granadas simbolizaban la fertilidad.

Una forma de expresión

A través de los bordados de un suzani las mujeres de estos países asiáticos se expresaban sin cortapisas. Para ellas, la confección de estos tradicionales textiles era la manera de transmitir pensamientos y emociones. Normalmente solían bordarlos para las ocasiones especiales de la vida, como la celebración de la boda.

A la hora de realizarlos se partía de una tela de algodón o de lino natural que era utilizada como base para los bordados. Sobre ella se pintaba el diseño y se comenzaba a bordar con seda o algodón. Muchos suzani presentan patrones tradicionales de los nómadas orientales, como el sol, la luna y las estrellas. Al principio el fondo era de color natural, como el lino o el algodón de la tela, pero posteriormente se comenzó a usar el violeta, el amarillo, el rojo o el rosa.

Allí donde quieras alegría


Gracias a su belleza, a la serenidad y brillantez de sus colores, y a sus diseños tan especiales, los suzani quedan perfectos en todas partes. Úsalos para cubrir mesas, como cojines decorativos, a modo de colcha en el dormitorio, sobre el sofá… o colgados en la pared como la obra de arte que son.

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