Tipos de griferías


Cuando preparamos una estancia como la cocina, tenemos que tener muy en cuenta el tipo de grifo que vamos a poner. Dado su gran uso, es un complemento que conviene darle la importancia que se merece. Una elección acertada de una pieza tan específica, supone una mayor comodidad durante su utilización. En el mercado podemos encontrar muchos tipos. Entre las novedades en grifería destacan los modelos con rociador, extraíbles, articulados, por ósmosis o giratorios. En cuanto a los acabados, se fabrican desde los tradicionales modelos en acero inoxidable, mate o brillante, hasta otros que imitan el granito, sin olvidar clásicos los cromados.

Monoblocks: Tienen dos llaves separadas que regulan el caudal de agua fría o caliente. Disponen de un sistema giratorio de apertura y cierre. El estilo sencillo de este modelo permite que se adapte a cualquier diseño de cocina.

Monomandos: Son los más solicitados por su comodidad y buena relación calidad-precio. Un ligero movimiento del mando basta para ajustar la temperatura y el caudal de salida de agua. Además, su instalación es simple.

Monomandos con grifo extraíble: Tienen la peculiaridad de que el caño de este tipo de grifos se puede sacar o extraer del cuerpo del grifo, a modo de flexo, pudiendo llegar hasta 1,50 metros. Esto permite una mayor comodidad y precisión a todas las zonas del fregadero.

Abatibles: Este modelo con mecanismo de abatimiento, se recomienda cuando el grifo se convierte en un obstáculo cuando se coloca por ejemplo delante de una ventana.

Ósmosis: Modelo con dos conductos, cada uno con una función específica. Uno de ellos saca agua corriente tomada de la red habitual y el otro obtiene agua pura mediante un sistema de filtrado.

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