Elegir una mesita de noche


Elegir una buena mesita de noche es fundamental para la decoración de cualquier dormitorio que se precie. Se suelen colocar dos, una a cada lado de la cama, aunque las últimas tendencias cada vez apuestan más por una única mesita a uno de los lados.

Estas mesitas tienen que entrar por la vista. Además, podemos olvidar que tienen que ser funcionales. Tienen que servirnos para dejar ese libro que estamos leyendo, una lámpara que nos ayudará a leerlo o el maldito despertador que nos levanta cada mañana para ir a trabajar.


Hoy en día encontramos mesitas de noche que se esconden dentro de los cabeceros durante el día. Son muy prácticas y útiles para aquellas viviendas que disponen de pocos metros cuadrados. También existe la posibilidad de que estén incorporadas en el cabecero como pieza única.

Por norma general, las mesitas de noche tienen que tener unas dimensiones no demasiado grandes. Unos 55 cms de ancho y 70 de alto pueden ser suficientes. Piensa que las repisas te pueden ayudar a almacenar esos elementos que no caben en la parte de arriba. El material y el color lo tienes que elegir en función del resto de la decoración de tu habitación.

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