¿Tienes un piso que vas a poner en alquiler próximamente? Si es así, te recomiendo seguir al pie de la letra los consejos que te daré en este artículo, ya que la cantidad que obtendrás por él puede variar mucho en función de una serie de reformas que son prácticamente imprescindibles a la hora de seducir a los futuros inquilinos.
1- Pinta las paredes
Es verdad que hay que hacer un gran esfuerzo, sobre todo si el piso tiene unas dimensiones superiores a los 100 metros cuadrados. Sin embargo, el cambio que experimenta puede ser radical. Unas paredes sucias son unas paredes que rápidamente captan la atención de las personas que se han interesado por el piso, y la impresión que dan no es precisamente positiva.
No cuesta nada ponerse a pintar durante un fin de semana para dejar las paredes como nuevas. Hay que ser delicado y dar todas las pasadas que sean necesarias para que el resultado sea óptimo, ya que la persona o las personas que vayan a entrar no querrán ponerse a pintar nada más entrar a menos que deseen tener las paredes de otro color y les des el visto bueno.
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2- Renueva el suelo
Tal y como sucede con las paredes, el suelo también es importante que esté en buen estado para dar buena impresión. Y no solo para eso, ya que a todos nos gusta vivir en una casa en la que el suelo está en condiciones.
Considera la opción de colocar parqué y repara o sustituye las partes que estén en mal estado si el suelo ya es de parqué. Un piso puede experimentar un cambio enorme por el simple hecho de pasar de un suelo de cerámica a un suelo de parqué, que sin duda alguna suele ser mucho más acogedor.
3- Presta atención a la cocina y al baño
La cocina y el baño son las partes de una casa en la que más nos solemos fijar. Es verdad que donde se pasa más tiempo normalmente es en el salón, pero a todos nos gusta cocinar o ducharnos en buenas condiciones.
Renueva el suelo, los muebles, los azulejos, los electrodomésticos… Sin mucho gasto es posible mejorar muchísimo ambas estancias. Comprueba que la ducha o la bañera están bien, que la grifería cumple con su función o que el váter expulsa la cantidad de agua suficiente. Y lo mismo para la cocina con la campana extractora, el horno, etc.
4- Revisa la iluminación
Un piso en el que alguna bombilla no funciona es un piso que no da una buena impresión. Revísalas todas, y si son de las convencionales plantéate la posibilidad de cambiarlas por bombillas LED. Es verdad que puede resultar una inversión relativamente costosa si no recurres a los modelos más baratos del mercado, pero también es verdad que para los inquilinos es una muy buena noticia saber que la factura de la luz no se va a disparar una barbaridad.
5- Tira muebles antiguos y en mal estado
Aunque vayas a poner tu piso en alquiler amueblado, piensa que no todos los muebles serán bien recibidos. Los más antiguos y estropeados pueden incomodar a los futuros inquilinos, que tal vez te plantean la posibilidad de tirarlos para comprar los que ellos quieran. Puedes anticiparte renovando el mobiliario más antiguo, algo que no debería costarte demasiado dinero si te pasas por tiendas tipo IKEA, donde los muebles más baratos de cada gama suelen ser realmente asequibles y fáciles de montar.
6- Comprueba si hay humedades
Este problema es un problema serio. Un problema que a lo mejor los futuros inquilinos no ven durante sus visitas con el comercial, pero que a la larga puede convertirse en el origen de un conflicto si la solución no se ejecuta en un plazo normal.
Adelántate y comprueba si las paredes y los techos de todas las habitaciones presentan humedades. Pon especial énfasis en el baño, que es donde este problema suele aflorar con más frecuencia.
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7- Límpialo a fondo
El piso no lo puedes entregar sucio. De hecho, no lo deberías mostrar si no está impecable. La limpieza es algo que se valora mucho, ya que todos nos imaginamos viviendo en un lugar limpio, no en una pocilga. Y ojo, porque limpiarlo a fondo implica limpiar ciertas partes de tu hogar que probablemente habías limpiado muy pocas veces en varios años. ¿A qué me refiero? A las ventanas por dentro y por fuera, a los huecos que hay debajo del sofá…
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8- Haz todo lo posible para que huela bien
Un piso limpio, si va acompañado de un olor agradable, despierta todavía más interés. Puedes utilizar difusores de aceite, secar lavanda dejándola en un lugar seco y oscuro durante un mes, comprar los típicos ambientadores…
No te olvides de los armarios, que pueden oler a cerrado, y del baño, que es la zona de la casa que suele oler peor. Además, sé muy escrupuloso con el tema de los olores si eres fumador o tienes mascotas en casa. No trates de ventilar las habitaciones y buscar productos efectivos una semana antes de poner tu casa en alquiler. Es algo que debes preparar con tiempo.
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9- Cambia ventanas y puertas si es necesario
El aislamiento térmico es importantísimo. A nadie le gusta pasar frío, así que se ha convertido en una de las prioridades por parte de los arrendatarios, uno de los factores que hacen que el precio de un alquiler fluctúe considerablemente. Gracias a la eficiencia energética se previenen humedades y se reduce el consumo eléctrico. Y no solo eso, sino que el confort se multiplica. Eso sí, cambiar ventanas y puertas supone un desembolso considerable.
10- Optimiza la distribución
De la decoración no digo nada, y eso que también me parece algo importante. Sin embargo, los inquilinos quieren decorar el piso a su gusto y difícilmente valorarán el esfuerzo que hayas hecho en decorar tu casa, entre otras cosas porque pueden tener gustos completamente opuestos.
Lo que sí se valora, y mucho, es ver una distribución en la que el espacio se aprovecha al máximo. Aunque tu piso sea pequeño, si recurres a una buena distribución parecerá más grande de lo que es y podrá convencer a personas que han ido a ver tu piso pensando que igual era demasiado pequeño.
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