Un suelo de madera aporta mucha calidez a aquella estancia donde lo pongas, convirtiéndola un lugar acogedor, elegante. Existen muchos diseños, colores y estilos para que puedas encontrar aquel que más te guste y se adapte a tus necesidades; además, actúa como aislante térmico, es duradero y muy versátil. Pero, a la hora de escogerlo, ¿en qué debes fijarte? Hoy te ofrecemos las claves de la mejor elección. No te pierdas nada de lo que viene a continuación si quieres saber cómo hacerte con el mejor suelo de madera para tu casa.
Madera u otro material alternativo
Los suelos de madera o de parquet como normalmente se conocen son muy resistentes, también más caros, por eso en el mercado puedes encontrar otras alternativas que hacen el mismo efecto y que también son duraderos, pero algo más económicos.
Primeros aspectos a tener en cuenta
Antes de comprar el suelo de madera debes considerar el tamaño que tiene la habitación, puesto que el color que escojas influye mucho; las tonalidades más claras como roble claro, arce, beige, hacen que la estancia parezca más grande, por el contrario, los colores oscuros como el nogal, roble o wengué reducirán visualmente los espacios.
Cuánto material comprar
Cuando vayas a comprar el suelo de madera debes ir con los metros cuadrados totales de la superficie donde lo vayas a poner. Debes adquirir tarima y subsuelo con estas dimensiones más el 10% adicional para los recortes y trocitos que puedan desperdiciarse en el camino.
El diseño
Otro aspecto que deberás dilucidar cuando vayas a poner el suelo de madera es el diseño de las lamas, es decir, si prefieres monolama (cada pieza del suelo corresponde a una sola lama), trilama, de tres lamas cada pieza, con más veta y más estrechas, o entablillado.
Los estilos de los suelos de madera
Para personalizar al máximo tu vivienda puedes escoger entre distintos estilos de suelos. Existe el denominado Urban, perfecto para cualquier ambiente más rústico o moderno, en acabados en grises, blancos o decapados; existen otros suelos que tienen la veta más marcada y son más oscuros, tienen un aire exótico que los convierten en ideales para una decoración étnica, por ejemplo; o suelos de madera natural, muy acogedores, con tonalidades clásicas que aportan una calidez extraordinaria a tu vivienda.
La resistencia
Verás que los suelos de madera aparecen con clasificaciones del tipo AC3, AC4, AC5, etc. Esto nos indica el grado de residencia que tienen, a mayor AC, más resistentes serán. El AC3 es adecuado para usos normales de vivienda, el AC4 para zonas de más pisada o locales comerciales, el AC5 para un uso mucho más intenso, y así sucesivamente. Otro aspecto en el que te debes fijar es en el grosor del suelo, cuanto mayor sea más confortable resultará. Además las lamas demasiado finas pueden llegar a curvarse con el paso del tiempo.
La instalación
El suelo de madera se puede poner por sistema de clic, clavado o pegado, dependerá del tipo de suelo. Es importante, también, saber qué accesorios debes adquirir para su instalación, tales como base aislante, tensor de lamas, cuñas para las juntas, sellador, capa antihumedad, pegamento especial… De todo esto te informarán adecuadamente en la tienda donde vayas a comprar el suelo.
El acabado
También el acabado puede variar de un suelo a otro, y deberás elegir el que más te guste: liso, con textura suave y uniforme; bruto, con aspecto de madera que no ha sido tratada y que queda genial en ambientes rústicos; barnizado mate, brillo o satinado, o con aceite o cera, que son maderas sin barniz, con aire envejecido.