Los pavimentos vinílicos


Los pavimentos vinílicos son suelos de diseño que están de moda. Para todos aquellos que no se conforman con un suelo cualquiera, este tipo de pavimentos representan una buena alternativa. Si quieres dejar a un lado los modelos clásicos basados en la cerámica y la madera, quizá te interese prestar atención a este material.

Los pavimentos vinílicos están disponibles en una amplia gama de colores, son resistentes al desgaste del día a día y tienen un fácil mantenimiento. Como están compuestos por materiales como el PVC, la fibra de vidrio y el politeurano, son resistentes a todo tipo de arañazos, manchas y abrasiones y reducen la adherencia del polvo, pudiéndose eliminar fácilmente con un simple fregado.

Lo peor es el cuidado que tenemos que tener con el mobiliario. Este puede dañar el pavimento vinílico con las patas de las mesas (dejando marca) o con las ruedas de las sillas (dejando la superficie estropeada por culpa de la rozadura).

La instalación de los pavimentos vinílicos es muy sencilla. Se comercializa en rollo y en losetas y se puede colocar justo encima del pavimento anterior. Una vez esté bien puesto, podemos pisar sin ningún tipo de problema.


Para que las losetas o el rollo queden bien ajustados a la superficie, es importante utilizar una sierra o un cúter para cortar las piezas si es necesario. Las losetas tienen que quedar a un centímetro de la pared porque se contraen y se dilatan, mientras que el rollo tiene que quedar bien ajustado para evitar que se hagan burbujas.

Las losetas se suelen pegar gracias a unas ranuras en los laterales que permiten el anclaje de unas con otras. Por su parte, los rollos suelen pegarse con cinta de doble cara o cola.

Cómo cuidar y limpar el parquet


El parquet es un material muy utilizado para decorar el suelo de los hogares. Hoy en día, gracias a las importantes mejoras que se han llevado a cabo, es menos costoso mantenerlo y dura más años sin excesivos cuidados. Sin embargo, no hay que relajarse y hay que llevar a cabo una serie de medidas para mantenerlo sano y limpio.

Lo primero que hay que hacer es evitar que la humedad se cuele en nuestro parquet. Resulta muy perjudicial, pues a parte de deformar las piezas de madera, puede hacer que se oscurezca con manchas. Esto implica que si se moja el parquet por accidente, deberemos secarlo lo antes posible. Dejarlo encharcago puede ser fatal. El agua se filtra con facilidad en la madera deteriorándola por completo.
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Suelos sin juntas


Muchos hogares utilizan el microcemento, una mezcla de polvo y líquido para conseguir revestimientos continuos, es decir suelos lisos sin juntas. Es de aplicación tanto en suelos como en paredes, donde una capa continua cubre toda la superficie sin dejar las juntas típicas del alicatado que no dan precisamente un buen aspecto. Es un material muy resistente a los cambios de temperatura, golpes y además impermeable.

El grosor máximo de una capa de microcemento suele ser de tres milímetros o incluso menos. El único problema que nos puede presentar es cuando se aplica sobre suelos de madera. En el resto de casos, se obtienen trabajos rápidos y limpios. Además, nos permite personalizar cada ambiente gracias a la pigmentación del microcemento.

Suelos de cemento pulido o microcemento


El cemento pulido o microcemento es una de las alternativas que más fuerza está cogiendo en los últimos tiempos para los pavimentos. Se trata de un revestimiento alisado, polimérico y cementício que es muy versátil y resistente. Es ideal para las reformas de espacios porque no hay que modificar las superfícies base y se adhiere muy bien a cualquier material. Cuenta con pocos milímetros de espesor y se puede elegir cualquier combinación de colores así como también insertar dibujos o crear formas y diseños.

Actualmente diversas empresas españolas se dedican a comercializarlo. Hay muchos modelos distintos y muchos precios adaptados para cada economía.

Efectos para el suelo


El suelo es una de las decisiones más importantes a la hora de decorar tu casa. Por eso, te queremos dar algunos consejos para que elijas el mejor posible en función de los efectos que esperes conseguir con él.

Conseguir naturalidad: Si lo que pretendes es tener un suelo con naturalidad, los tonos crema son ideales. Pasan desapercibidos y quedan muy bien. Hace que los muebles sean los auténticos protagonistas. Con vetas o colores marcados, el suelo aumentará su presencia. Las moquetas de fibras vegetales te pueden ser muy útiles para habitaciones que pretendas que sean acogedoras.

Ganar en calidez: Si buscas calidez tiene que tener en cuenta 2 premisas fundamentales: las texturas y los tonos. La textura debe ser agradable al tacto. En cuanto a tonos, los crema, miel o teja conseguirán ese ambiente cálido que deseas para tu habitación. La madera suele ser el elemento estrella a la hora de crear ambientes cálidos.

Conseguir un ambiente rústico: Aunque esto sea una propiedad más característica de las casas de campo, cada vez se está poniendo más de moda en los hogares de la ciudad. Para conseguirlo, es esencial elegir un suelo de cerámica. La madera muy vetada y envejecida también puede ser una buena opción.

Para destacar y resaltar: Los tamaños muy grandes y los colores brillantes pueden conseguirlo. Son ideales para estancias grandes y con mucha iluminación para que puedan mostrar su función dentro de la casa. Los muebles y las paredes tienen que ser claros para no restar protagonismo al suelo.

Suelos antideslizantes


Los suelos antideslizantes son muy importantes porque son una herramienta de seguridad preventiva en nuestro hogar. Para evitar resbalones y caídas, resulta muy oportuno colocar este tipo de suelos. En estancias como el baño o la cocina, que suelen estar en contacto con el agua, la colocación de estos pavimentos nos puede ayudar a mejorar la estabilidad de la pisada y también su movilidad.

Además, existe una gran variedad de colores y tipos de superfícies antideslizantes que harán que seguridad y decoración vayan de la mano. Para conseguir estos pavimentos, tenemos varias opciones.
La primera es fabricar piezas con relieve o acanaladuras para retener mejor el calzado y facilitar la evacuación de líquidos. En segundo lugar, podemos crear cavidades microscópicas con ayuda del láser y por último tenemos la opción de crear una capa superficial rugosa sobre el acabado final de las piezas.