Un porche o una pérgola en el exterior de la casa dan mucho juego. No solo porque son elementos decorativos que aumentan el valor estético de la zona del jardín, sino porque nos protegen del sol y nos aportan fresca sombra cuando queremos disfrutar de los días de verano sin que nuestra piel o nuestros ojos sufran las consecuencias. El problema de estas estructuras es que levantarlas supone un trabajo importante, y muchas veces también un coste monetario considerable…
Pero como casi siempre, existe una alternativa perfecta: las pérgolas tipo “vela”, como la de la foto. Son telas que se tensan y se tienden creando una zona de sombra perfecta para poder disfrutar del jardín sin miedo al sol.
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